Sí nos reímos, nos reímos todxs – Asociación Civil

MODELO STREAMERS

Desde nuestra ONG, hemos estado investigando las páginas que ofrecen a las personas que así lo aceptan dinero a cambio de fotos y videos de contenido sexual.

Lo ofrecen como “un trabajo” que te dará independencia y te sacará de la pobreza. Los principales destinatarios son mujeres, entre el 80 y 90 % de los casos.

No podemos determinar en que porcentaje pero muchas son menores de edad ya que las páginas no controlan la edad, en algunas oportunidades es una simple pregunta que cualquiera puede contestar mintiendo a la realidad.

A nosotros como Asociación civil que trabajamos sobre todo con niños, niñas y adolescentes nos preocupa y ocupa el caso de las menores de edad. En el caso de adultos es una decisión propia que deberíamos analizar desde otro lugar y con otras herramientas.

Vamos a las menores:

¿por qué una menor puede caer presa de estas ofertas?. Sin dudas, la posibilidad de ganar dinero fácil y en dólares es una gran tentación. Estamos viviendo cambios culturales y morales en una sociedad atravesada por el individualismo, la negación y el menosprecio a la moneda nacional (el peso) y la admiración por una moneda estable como el dólar, la ausencia de la cultura del trabajo, del estudio y del esfuerzo, el exacerbo por las libertades (sin importar las normas y los límites), lleva entre otras cosas a que este tipo de ofertas calen hondo y consigan adeptos fácilmente entre las y los jóvenes.

¿Por qué exhibir el cuerpo livianamente? Una cultura de los cuerpos trabajados en gimnasios, músculos, abdominales, cirugías, dietas, anabólicos, pretenden imponer que un cuerpo de estos puede tener éxito en cualquier tipo de relaciones y emprendimientos. Permanentemente en muchos medios, en publicidades se observan estos “modelos”. Quienes nacieron en esta lógica familiar, social, se sienten orgullosos de sus cuerpos y tienen la necesidad de mostrarlos y más aún si reciben dinero a cambio. Recuerdo en una ocasión llamo a una alumna a la dirección (siendo director de nivel medio) para charlar con ella y saber porque la necesidad de subir fotos en ropa interior (o sin ella) a las redes. Supuse que hablar con los padres era oportuno pero grande fue mi sorpresa al ver las fotos que su madre subía a las redes casi compitiendo con su hija.

Y otra vez nos cuestionamos que tipo de ejemplo le damos a nuestros hijos?, la necesidad de mostrarnos, de usar filtros para disimular arrugas, kg, etc. Qué ejemplo le damos a nuestros hijos si solo queremos ganar dinero fácilmente a costa del engaño, de la estafa, de la usura, de la mentira.

Hace poco una pariente vino a nuestra casa a ufanarse de que su hijo ganaba mucho dinero al lado de los nuestros que estudian, trabajan y hacen deportes. Al poco tiempo su hijo fue preso por lavar dinero del juego clandestino y del narcotráfico.

Y volvemos a la escuela, el último bastión para tratar de prevenir en estos riesgos a los que se exponen nuestros alumnos. La ESI (educación sexual integral) es una herramienta fundamental para abordar el tema, profesional y seriamente, sin temores, sin tapujos, sin condicionamientos ni intereses político partidarios. Es la escuela y donde sino podemos hablar de normas, de límites, de leyes, donde podemos convocar a profesionales para que capaciten a los docentes, a los alumnos y a las familias.

Con un Estado aún ausente en políticas públicas efectivas de prevención, con una desregulación que permite que los navegadores, los sitios web, las apps, puedan enmascarar esta nueva forma de prostituir a menores con su cuerpo, es la escuela una vez más el lugar donde abordar estos temas, apoyado por los medios con información confiable y no amarillenta, por las familias defendiendo a la institución que cobija a sus hijos y no atacándola o mirando indiferente como la roban, la saquean la destruyen, la desfinancian.

HAY QUE HABLAR DE ESTO EN LOS MEDIOS, EN LAS ESCUELAS Y EL SENO FAMILIAR.

No hay que esperar ver a tu hija en páginas de ofertas sexuales o peor aún sufriendo acoso sexual, violencia física o sexual,, abuso o violación, secuestro para redes de tratas de personas o peor aún homicidio, El final puede ser muy duro, puede se fatal.

Debemos involucrarnos todos como sociedad, no ser indiferentes, aunque no seamos padres, profesionales de la educación o la salud o de las fuerzas de seguridad, somos parte de una sociedad donde hay un “otro” que puede estar en peligro y en este caso pueden ser niños y adolescentes.

No digamos “se lo buscó”, “la culpa es de los padres”, “de la escuela”, “del Estado”, como el cuento del colibrí “hagamos nuestra parte”, Estamos a tiempo

Lic. Arí­stides Álvarez

Presidente ONG «Si nos reí­mos, nos reí­mos todxs»

www.nosreimostodxs.com

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