Las cifras y los estudios demuestran que hay varios Objetivos de Desarrollos Sostenibles sobre los que merece la pena poner especial atención. Estos serían el “hambre cero”, “salud y bienestar” y “trabajo decente y crecimiento económico”, con especial atención a la población más joven, incapaz de desarrollar carreras profesionales estables o ni siquiera de acceder a educación superior que le permita formarse.

Otro aspecto de desarrollo que preocupa es el medio ambiente, ya que en muchos países aún se está lejos de contar con modelos de producción agraria sostenibles.

Si nos centramos en la alimentación, vemos cómo en América Latina (como en el resto del mundo) aumentan los desórdenes alimenticios y las altas tasas de obesidad. Esto último está provocado en su mayor parte por una malnutrición alarmante entre población con mayor grado de vulnerabilidad.

En cuanto a la igualdad de género, es patente la preocupación por embarazos adolescentes, con una de las tasas más altas del mundo.

Más dramático es el cuadro de la educación, se advierte un insuficiente nivel de cumplmiento de la primera meta en lo que respecta a a finalización de los estudios de secundaria.

En cuando a la erradicación de la pobreza, el crecimiento del PIB por debajo del 2% en los últimos años hace casi imposible el cumplimiento del objetivo.