Arístides Álvarez, de la ONG ‘Si nos reímos, nos reímos todxs’ cree que «los más perjudicados son los niños o jóvenes que tienen autoestima baja, una personalidad de baja resistencia a las bromas o chistes y no pueden defenderse. Y hay varios factores: quizás uno es que tienen padres que están muy encima de ellos y les impiden desarrollar una personalidad que tenga resiliencia a esto o asertividad, que quiere decir que podés frenarla con firmeza y sin violencia».
«Estos chicos son pasibles de maltrato o discriminación por esto o porque son diferentes, porque hablan distinto, por su contextura física, por su piel… Por eso hablo de intolerancia a las diferencias», añadió.
La ONG tiene por objetivo la convivencia en todos los lugares donde se sociabilicen niños y jóvenes: escuelas, clubes y cualquier otro lugar. «Y también hemos extendido nuestro trabajo a los adultos en el ámbito laboral», dijo Álvarez en Antes de Salir.
Fuente: Rosario3.com